Si, quizás este más susceptible de lo común.
O quizás, pero tan solo quizás, no estoy sensible, susceptible ni nada similar, sino, que estoy viendo las cosas desde un punto de vista más alto, hasta incluso de una mejor forma... o eso espero.
Prejuicios, cobardía, engaños, egoísmo, envidia, infidelidad, ignorancia, orgullo, promiscuidad, entre otros.
Eso y más, es lo que cada día me enseña algo, lo que a diario me hace pensar hasta hacerme desatender la conversación de la cual formaba parte segundos antes y olvidarme de todo el resto. Por que me preocupa.
Una adolescente de 16 años preocupada por ésto suena raro, lo sé. Pero no tendría que ser así, todo lo contrario: Debería ser normal. La adolescencia ocupa la edad perfecta para aprender de principios y valores y fomentarlos al mundo.
Es obvio que ESO no va a ocurrir en la actualidad en el ámbito escolar. O al menos no, en MI ámbito escolar.
Ya anteriormente hablé de PREJUICIOS.
Hoy, me motiva la idea de hablar de COBARDÍA:
Personalmente, no me considero nada cobarde. Cuando realmente quiero algo, lucho por ellos hasta lograrlo, o al menos intentar lograrlo. No me desmotivan las adversidades que se me puedan enfrentar y tampoco temo fallar. Por que así me educaron, por que directa o indirectamente me enseñaron y demostraron que nunca tengo que rendirme. Y yo quiero que mi vida sea así. Yo quiero vivir mi vida luchando, literalmente, por mis ideales y sueños.
Por mencionar ésto de intentar no ser cobarde, alguien una vez me dijo:
"SOLDADO QUE HUYE SIRVE PARA OTRA GUERRA"
Obviamente, ESO no lo considero justificación alguna, a lo que mi respuesta fue:
Claro se supone que las respuestas continuaron, pero no fueron lo suficientemente importantes para destacarlas, y hasta algunos se iban fuera del tema.
Volviendo al tema, Me sorprende como la cobardía se va apoderando de más personas a través del tiempo:
Aprender sobre la vida de personas que lucharon por aquello en lo que creían, por las personas que amaban, por su tierra, por su patria, por un mundo mejor, por personas que ni siquiera conocían, por fe, por esperanza... Y ver que ahora las personas no luchan ni siquiera para defenderse a sí mismos. Ni si quiera para ello... Desmotiva.
No, no a mi. Yo estoy lo suficientemente motivada para querer cambiarlo. Pero si, al mundo entero. Y claro como desmotiva, las ganas de pelearla desaparecen en otro mundo donde esperan, algún día, ser encontradas.
Yo solo pido que intenten cambiar, por que las cosas no cambian solas, las cambiamos nosotros. Y si así es, entonces ¿ Que estamos esperando? Es hora de enfrentar la realidad y dejar de esconderse en algo que no somos ni que queremos que las personas que amamos lo sean.
Es momento de dejar de hablar mal del otro a sus espaldas, si te molesta algo de alguien lo más adecuado y sano es que se lo digas en la cara si no tenes la paciencia suficiente para quererlo de la manera en que es.
ENFRENTALO.
Si temes a quedarte solo, no lastimes a las personas riéndote de ellas y burlándose e sus rostros para ser aceptado, sé vos mismo. Y vas a ver que así vas a conseguir más amigos. Verdaderos amigos.
ENFRENTALO.
Cuando no te creas capaz de lograr algo, al menos, intentalo, practicalo, por que, el que no arriesga no gana. Y si llega a no darse, son buenas las experiencias que uno obtiene, por que lo que no mata, fortalece.
ENFRENTALO.
Me gusta pensar que hay personas que están completamente decididas a luchar por lo que quieren y que no van a rendirse, para esas personas: Gracias por hacer que este mundo, este hermoso mundo, no este completamente cargado de cobardes. Gracias por ser valientes. Gracias por creer, por tener esperanzas o fe.
De lo que hablo es algo que debe ser hablado por muchos valientes, y que de seguro deben profundizar en el tema, pero con un granito de arena por parte de cada uno, se construye una fortaleza. Y este es mi granito de arena, el cual espero que sea útil para todos aquellos que terminan, de alguna forma leyendo mis letras.
El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor.