7 de marzo de 2013

Hablando sin palabras.


Quiero escribir. No se qué. Solo quiero hacerlo. Haciéndolo, de algún forma me siento escuchada, y sin embargo nadie me escucha. O quizás si, no lo sé. 

¿Por donde empezar? ¿Que decir? 

El ser humano es libre de elegir su camino. Dicen que dónde empieza la libertad de alguien, termina la de otro. Lógicamente, siempre va a haber alguien que salga perjudicado. Por más que el mundo entero se pusiera de acuerdo para bien, no se puede evitar. Al menos una persona, se encontraría privada de libertad.

Y ponerse a pensar en esa utopía es una pérdida de tiempo. Jamás pasaría. Las personas no piensan en quienes no conocen. ¿Por que lo harían? Ni siquiera saben de su existencia.
Naturalmente el hombre es egoísta  Busca su propio bien, y en consecuencia, el de sus allegados. Quienes se encuentren fuera de sus círculos son otra cosa, de otro mundo, no tienen sentimientos, son diferentes. No podemos negarlo. Siempre le hacemos a otros aquello que no nos gustarían que nos hagan. Y suponemos que no les afecta, que en unos días van a ahogarlo en el olvido. 

No. No es así. Imagínense que una persona que no conocemos sufre cuando le hacemos daño, ya sea verbal, sentimental, física o de la forma que se les ocurra. Probablemente no lo demuestre. Todos nos hacemos los fuertes... Y somos tan frágiles como un niño. 
Si aquella persona padece un mal momento al ser dañado por un desconocido. ¿Pueden suponer el dolor que sentiría una persona que fue lastimada por un conocido? Por un amigo, un compañero, un familiar... 

Soy humano. Soy libre. Hago lo que quiero. Digo lo que se me ocurre y pienso lo que me gusta. Acciono como lo prefiero y nadie puede limitarme. Por que nací libre (sin meternos en temas de Justicia). Es por eso que siempre estoy eligiendo. Es una decisión constante de la que nunca se sale y siempre se tienen distintos objetivos.

Elijo libremente que decir y hacer. Hay mucha gente alrededor mio. Gente buena. Gente mala. ¿Como hay que tratarlos? ¿Igual, mejor, peor? En realidad no está escrito como hacerlo, por que, creo haber dejado en claro que somos completamente libres, no por que lo diga yo, sino por que es esa la realidad. Nadie podría imponernos un modo de actuar.

Si nosotros somos quienes elegimos nuestros métodos y acciones ¿Por que hacemos las cosas mal? Si, ya sé. Es normal equivocarse. Pero una vez, dos veces, tres veces. ¿Ya cuatro veces? ¿Ya hacerlo un hábito? No soy una santa, tampoco creo que llegue a serlo nunca. Pero aún así jamás voy a comprender el por qué de hacer el mal. No soy capaz de razonar la motivo que lleva a una persona a dañar a otras. Pueden darme muchos, pero siempre, para mi, son solo excusas. A veces incluso, mentiras. Me causan mucho rechazo las mentiras.

Sueño con el día en el que en lugar de oír criticas escuche halagos. En el cual la gente no se ataque por la espalda sino que se dé la mano. Ese día en el que los amigos sean amigos, y no desconocidos que se mienten. Aquel día en el que las familias no se oculten cosas y no existan secretos entre ellas. Y cuando las parejas se amen tanto que desconozcan el significado del término 'traición'. Es en ese día donde las políticas  las religiones y las ideologías de todo tipo ya no dividan, sino que unan. 

Si, ya sé. Es imposible. 

Soñar, lo hacemos todo el tiempo. Personalmente es mi modo de escapar. Otros lo toman como una alternativa de vida, y también están los que ni siquiera lo practican. 
Yo me doy el gusto de hacerlo a diario. Y me sirve, por que no solo sueño cosas buenas, sino también malas. Y es ahí cuando aprendo mucho sobre el bien y el mal. Sus consecuencias, para ser más claros. Y después camino por el mundo real y lo compruebo.

Dije muchas cosas, y a la vez no dije nada. Es que quiero dejar las puertas abiertas. Alguno van a pensar. Otros ni siquiera van a llegar hasta acá. Eso dice mucho de cada uno. 

Tengo muchas preguntas y a todas ellas una sola respuesta: No sé.